Tratamiento médico de la HBP
Anatomía del sistema genitourinario en el hombre
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¿Cuándo debe tratarse la HBP?
No siempre existe una correlación directa entre el tamaño de la próstata y la presencia o ausencia de síntomas urinarios.
Hay pacientes que tienen próstatas de gran tamaño y no presentan ninguna molestia mientras que hay otros pacientes que tienen próstatas pequeñas pero que les ocasionan muchas molestias urinarias. La decisión de iniciar un tratamiento depende de la intensidad de las molestias miccionales y no del tamaño de la próstata. Las respuestas realizadas a las preguntas del cuestionario de síntomas I-PSS pueden ayudar al médico y al paciente a decidir si el tratamiento es necesario y a elegir el más adecuado. Si el paciente tiene pocos síntomas y estos apenas le ocasionan molestias puede que no necesite ningún tratamiento. Por el contrario, si el paciente tiene síntomas suficientemente molestos como para interferir en su calidad de vida o, si los resultados de los estudios realizados demuestran que se ha afectado el tracto urinario, debería valorarse realizar algún tratamiento.
¿Cómo evaluar las opciones de tratamiento?
Existen diferentes tratamientos disponibles para la HBP y cada uno de ellos puede aliviar los síntomas de los pacientes en menor o mayor grado.
Sin embargo, ninguno de los tratamientos disponibles logrará que el tracto urinario sea igual al que tenía el paciente cuando era joven. El mejor tratamiento para un paciente puede ser diferente del tratamiento que ha producido buenos resultados en otros pacientes. Cuando se elige un tratamiento se debe tener en consideración los siguientes factores:
- La intensidad de los síntomas y el grado de molestia que suponen para el paciente.
- La probabilidad de que el tratamiento cause un alivio de los síntomas.
- La probable duración de los efectos del tratamiento.
- Las desventajas, riesgos e inconvenientes del tratamiento.
¿Qué tratamientos existen?
Los principales tratamientos para la HBP son la espera expectante (no tratar), los tratamientos farmacológicos y, los tratamientos quirúrgicos (procedimientos en los que se extirpa parte de la próstata).
Espera expectante
Cuando el paciente no tiene síntomas o cuando los síntomas que tiene son escasos, poco molestos, bien tolerados y no presenta complicaciones derivadas de la HBP (insuficiencia renal, retención urinaria, infecciones recurrentes, piedras en la vejiga, etc.), puede elegir permanecer sin tratamiento y únicamente seguir realizando controles periódicos por su médico. Obviamente es la opción más sencilla y se evitan los riesgos, inconvenientes y costes de los tratamientos farmacológicos y quirúrgicos. En el momento que los síntomas aumenten en intensidad y le sean molestos al paciente o se desarrollen complicaciones médicas secundarias a la HBP podrá iniciarse un tratamiento activo. La espera expectante representa el primer escalón de tratamiento para muchos pacientes. A lo largo del tiempo muchos pacientes permanecen con sus síntomas estables e incluso algunos pocos mejoran espontáneamente. Aunque es difícil de predecir, los pacientes con mayor riesgo de desarrollar complicaciones derivadas de la HBP o de presentar un aumento de los síntomas miccionales son los que tienen mayor edad, mayor volumen prostático y mayor valor del PSA sérico.
Hay una serie de modificaciones del estilo de vida que pueden ser beneficiosas para disminuir la intensidad de los síntomas:
- Reducir la ingesta de líquidos por la tarde o noche para evitar tener que despertarse con frecuencia durante la noche para orinar
- Evitar o disminuir la toma de sustancias que contengan alcohol o cafeína para evitar su efecto diurético e irritante que podría ocasionar un aumento de la frecuencia y urgencia miccional (sensación de tener la necesidad imperiosa de orinar)
- Sacudir el pene tras la micción para evitar el goteo tras acabar de orinar
- Evitar la toma de fármacos con efectos sobre la micción
- Empleo de técnicas de relajación para orinar
- Tratar el estreñimiento
Tratamiento médico farmacológico
El tratamiento más comúnmente empleado para aliviar los síntomas ocasionados por la HBP de intensidad moderada es el farmacológico. Existen tres tipos de medicamentos que pueden ser útiles para disminuir los síntomas ocasionados por la HBP. En ocasiones puede ser necesario la toma de varios de estos fármacos de forma asociada (tratamiento combinado). Aunque algunos pacientes presentan efectos secundarios ocasionados por la toma de estos fármacos, en general son leves y desaparecen al dejar de tomar el fármaco.
Son extractos de plantas que se encuentran en ciertos alimentos y en suplementos dietéticos. Son tratamientos muy seguros y con muy pocos efectos secundarios. Aunque su eficacia y su mecanismo de acción apenas ha sido estudiado y no son bien conocidos, en algunos pacientes proporcionan un ligero alivio de los síntomas ocasionados por la HBP.
Actúan relajando los músculos de la próstata y del cuello de la vejiga reduciendo la obstrucción ocasionada por la próstata y facilitando el flujo de orina. No ejercen ningún efecto sobre el tamaño de la próstata. Se administran por vía oral con una frecuencia de una o dos veces al día y actúan de forma casi inmediata. Pese a que estos fármacos apenas mejoran la calidad del chorro urinario, su toma suele ocasionar un alivio moderado de los síntomas. Aunque presentan una eficacia similar, existen ligeras diferencias en los efectos secundarios de cada fármaco. Los efectos secundarios más comunes son los problemas intestinales, la congestión nasal, el dolor de cabeza, el vértigo, el mareo, el cansancio y la dificultad en la eyaculación. Un pequeño número de pacientes puede presentar disminución de la presión arterial. La toma de estos fármacos de forma previa a una cirugía de cataratas puede ocasionar complicaciones durante la cirugía.
Actúan bloqueando el efecto de la principal hormona sexual masculina (testosterona) en la próstata, reduciendo así el volumen de la próstata en un 15-30% y evitando su crecimiento futuro. Estos fármacos pueden ocasionar un descenso del resultado del análisis del PSA en un 50% aproximadamente. Proporcionan un alivio modesto de los síntomas ocasionados por la HBP. Son más útiles en el tratamiento de los pacientes con próstatas de mayor tamaño y en los que presentan un valor del PSA sérico mayor. Disminuyen el riesgo de presentar una retención aguda de orina o de precisar un tratamiento quirúrgico por la HBP. No existen diferencias en la eficacia o efectos adversos entre ambos fármacos. Se administran por vía oral una vez al día y algunos pacientes no notan mejoría de los síntomas ocasionados por la HBP hasta que no han tomado la medicación durante al menos 3-12 meses. Los efectos beneficiosos de su toma se mantienen a largo plazo. Los principales efectos secundarios que puede tener la toma de estos fármacos son la imposibilidad para lograr una erección, la disminución del deseo sexual, las alteraciones de la eyaculación y, con menor frecuencia, la ginecomastia (crecimiento anormal de las glándulas mamarias en el hombre).