Dr. José Placer

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Página Web informativa sobre HoLEP

¿Qué es la HBP y qué síntomas produce?

La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es un crecimiento benigno de la glándula prostática que presentan la mayoría de los hombres con la edad. La HBP es capaz de producir molestias urinarias que en ocasiones pueden llegar a afectar la calidad de vida al interferir con las actividades diarias normales y con el sueño nocturno.

¿Qué es la próstata?

La próstata es una glándula que está presente sólo en los hombres y que forma parte del sistema reproductor masculino.

La próstata normal tiene la forma y el tamaño aproximado de una nuez y está situada justo por debajo de la vejiga urinaria y por delante del recto. La próstata rodea a la uretra, que es el conducto que vehiculiza la orina desde la vejiga hasta el exterior a través del pene. La principal función de la próstata es la de producir un líquido que constituye el mayor componente del semen. Este líquido se almacena en unas pequeñas glándulas llamadas vesículas seminales hasta el momento de la eyaculación.

¿Qué es la hiperplasia benigna de próstata (HBP)?

La hiperplasia benigna de la próstata es un crecimiento benigno (no canceroso) de la glándula prostática. Representa la enfermedad prostática más frecuente.

Su prevalencia aumenta progresivamente con la edad. De hecho, suele desarrollarse en hombres de edad avanzada y es poco frecuente antes de los 40 años de edad. Es bastante común y se estima que está presente aproximadamente en la mitad de los varones mayores de 60 años y en más del 80% de los ancianos. La HBP es un crecimiento prostático benigno que no se puede prevenir por medio de modificaciones en la alimentación o en el estilo de vida. Aunque la HBP puede coexistir en algunos pacientes con el cáncer de próstata, representan dos enfermedades diferentes y la HBP no es cáncer ni conduce o se transforma en cáncer.

¿Cuáles son las causas de la HBP?

Las causas de la HBP no son bien conocidas. En su desarrollo es fundamental el papel de la principal hormona sexual masculina (testosterona) y posiblemente el de ciertos factores genéticos. Los principales factores de riesgo para desarrollar la HBP son la edad avanzada y la presencia de familiares con antecedentes de HBP.

¿Qué síntomas puede producir la HBP?

Aunque en ocasiones la HBP no produce ninguna molestia, la mayoría de los hombres con HBP presentan una variedad de síntomas miccionales llamados síntomas del tracto urinario inferior (STUI). La intensidad y el tipo de síntomas que ocasiona la HBP varían de una persona a otra. La mayoría de los hombres con HBP presenta al menos uno o varios de los siguientes síntomas:

  • Tener dificultad para comenzar a orinar o para mantener la micción.
  • Tener un chorro de orina débil, con poca fuerza o que se interrumpe durante la micción.
  • Tener la sensación de no poder vaciar completamente la vejiga.
  • Tener la necesidad de orinar con bastante frecuencia o sin previo aviso.
  • Tener que despertarse frecuentemente durante la noche para orinar.
  • Tener la sensación de tener que orinar de forma imperiosa ante un estímulo.
  • Tener pérdidas de orina antes de poder llegar al lavabo a orinar.

Los síntomas que ocasiona la HBP pueden llegar a ser muy molestos. En ocasiones interfieren con las actividades diarias y el descanso nocturno, afectando la vida personal, laboral y social. La percepción que los pacientes con HBP tienen de sus síntomas urinarios y el grado de interferencia que las molestias ejercen en su calidad de vida es variable en cada paciente.

Aproximadamente un tercio de los hombres que tienen HBP precisan tratamiento, bien por presentar síntomas que les ocasionan molestias o bien por desarrollar complicaciones médicas secundarias a la HBP. En la mayoría de los hombres la HBP es una enfermedad progresiva. De hecho, a medida que los hombres con HBP envejecen los síntomas suelen hacerse más molestos. Hay que tener en cuenta que estos síntomas no son efectos inevitables del envejecimiento y que pueden ser tratados con independencia de la edad del paciente y del tamaño de la próstata. Los síntomas que ocasiona la HBP pueden llegar a ser muy molestos. En ocasiones interfieren con las actividades diarias y el descanso nocturno, afectando la vida personal, laboral y social. La percepción que los pacientes con HBP tienen de sus síntomas urinarios y el grado de interferencia que las molestias ejercen en su calidad de vida es variable en cada paciente

¿Cómo ocasiona la HBP los síntomas del tracto urinario inferior?

Los síntomas del tracto urinario inferior no siempre son causados por el crecimiento prostático ya que las afecciones de otros órganos vecinos como la vejiga urinaria o la uretra pueden producir síntomas similares. A pesar de existir otras posibles causas, cuando un hombre adulto presenta STUI lo más probable es que los síntomas sean debidos a la presencia de la HBP. Por otro lado, es poco frecuente que las molestias sean debidas a la presencia de un cáncer de próstata ya que el cáncer de próstata raramente produce síntomas en las fases iniciales.

Pese a que el mecanismo exacto por el que la HBP ocasiona los STUI no es del todo conocido, se cree que los principales responsables de los síntomas son la combinación del crecimiento prostático junto con el aumento de la tensión muscular que se genera en el cuello de la vejiga y en la próstata. Como la próstata rodea a la uretra justo por debajo de la vejiga, cuando la próstata crece es capaz de comprimir la uretra dificultando el paso de la orina durante la micción. En las primeras fases de la HBP el músculo de la vejiga es capaz de aumentar su tamaño y forzar el paso de la orina a través de la uretra estrechada. Según la compresión uretral va aumentando, el músculo de la vejiga se va haciendo más fuerte, más grueso y más sensible. Estos cambios en el músculo de la vejiga ocasionan que los pacientes sientan la necesidad de orinar con mayor frecuencia y que presenten urgencia miccional (sensación de tener la necesidad imperiosa de orinar). La compresión uretral puede hacer que los pacientes tengan dificultad para forzar el paso de la orina a través de la uretra. En ocasiones la obstrucción es tan grande que hace que los pacientes no sean capaces de orinar y presenten lo que se llama una retención aguda de orina (RAO). Si esto ocurre se debe acudir a un médico inmediatamente.

La HBP no suele poner en riesgo la vida de los pacientes pero sí puede producir un impacto negativo en su calidad de vida. Si la obstrucción prostática es severa y se mantiene sin tratamiento durante periodos prolongados de tiempo puede llegar a causar problemas en la vejiga y con menos frecuencia en los riñones. Así, cuando la vejiga no se vacía por completo tras la micción la orina se puede acumular en la vejiga y conducir al desarrollo de infecciones urinarias recurrentes, al sangrado prostático, a la formación de piedras, a la formación de divertículos vesicales, a la incontinencia de orina, a la insuficiencia renaletc.

¿Cuándo se debe acudir al médico?

Cuando un hombre tiene STUI y éstos le son molestos debe acudir al médico para ser estudiado. Mediante el estudio el médico podrá diferenciar si los síntomas son debidos a la HBP o si hay otra enfermedad responsable de los síntomas. Si existe sangre en la orina o se tiene ardor, dolor o quemazón al orinar se debe visitar al médico inmediatamente.

¿Cómo se diagnostica la HBP?

Como existen otras enfermedades capaces de causar síntomas similares o idénticos a los de la HBP, el médico debe realizar exploraciones complementarias para diferenciar el origen de las molestias. Durante el estudio de los síntomas urinarios es común que el médico realice alguna de las las siguientes exploraciones:

  • Historia clínica (preguntas acerca de los problemas médicos pasados y presentes).
  • Exploración física incluyendo el examen de la glándula prostática.
  • Análisis de orina para saber si hay restos de sangre, glucosa o signos de infección.
  • Análisis de sangre para determinar la función renal y el antígeno prostático específico (PSA) y poder descartar la presencia de un cáncer de próstata.
  • Cuestionario de síntomas miccionales llamado I-PSS en el que se hacen una serie de preguntas para poder cuantificar la intensidad de los síntomas miccionales así como la interferencia que los síntomas ejercen en la calidad de vida del paciente (en ocasiones se solicita la realización de un diario que detalle la frecuencia y el volumen de las micciones).
  • Ecografía reno-vésico-prostática para conocer el tamaño prostático y el estado de la vejiga y riñones.
  • Medición del volumen de orina residual que queda en la vejiga después de haber orinado.
  • Uroflujometría para medir la cantidad, fuerza y velocidad de la micción.

En algunos pacientes es necesario la realización de otras exploraciones adicionales como son los estudios urodinámicos, las citologías de orina, radiografías, UIV, cistoscopias, etc.